El pasado 18 de abril se cumplieron 15 años del lanzamiento de “Favourite Worst Nightmare”, el segundo disco de Arctic Monkeys. Estamos hablando de un álbum repleto de himnos modernos que consagraron al cuarteto inglés y los convirtieron en lo que son hoy en día: unos referentes del rock de la presente generación.
Publicado en 2007, “Favourite Worst Nightmare” muestra un cambio en el sonido del grupo. Si en su disco debut “Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not” (2006) los británicos ofrecen un sonido de garage rock revival, en este segundo disco ofrecen un sonido de post-punk revival, estilo ya propuesto por bandas de la época como Interpol o Franz Ferdinand. Éste estilo de música mezcla el ritmo del post-punk y el estilo lírico del indie-rock.
Cabe señalar que para este disco ocurrió el único cambio que ha habido en la agrupación: el bajista Andy Nicholson dejó la banda, siendo reemplazado por Nick O’Malley. Con este cambio nace la formación oficial de Arctic Monkeys, que se mantiene hasta el día de hoy, con Alex Turner en la guitarra y voces, Jamie Cook en guitarra principal, Matt Helders en batería y el mencionado O’Malley.
“Brianstorm” es la canción encargada de abrir el álbum, y la verdad, lo hace de la mejor manera. Explosivo inicio para el disco, muestra a los ingleses tocando como en su primer LP, con un sonido garage y con Matt Helders haciendo un trabajo impecable en la batería. Sin duda estamos hablando de un himno de los ingleses, que sigue siendo pieza fundamental de cada show en vivo del grupo hasta el día de hoy.
La segunda canción es otro clásico, “Teddy Picker”, el que tiene un riff de guitarra que se va repitiendo por casi todo el tema con algunas variaciones. La letra habla sobre cómo en el mundo del espectáculo cualquiera puede ser famoso, y cómo los grupos de empresarios seleccionan a una persona para convertirlo en una figura, tal como si fuera una de esas pinzas que eligen un peluche (de ahí el título del track).
“D is for Dangerous” y “Balaclava” son la tercera y cuarta canción respectivamente. El quinto es otro himno del grupo, “Fluorescent Adolescent”. Ésta última fue escrita por Alex Turner y Johanna Bennett, su exnovia, y cuenta la historia de un adolescente que deja atrás su niñez. La primera mitad del álbum cierra con “Only Ones Who Knows”.
La segunda mitad puede que no sea tan memorable y plagada de himnos como la primera, pero sí incluye buenas canciones. “Do Me a Favour”, “This House is a Circus”, “If You Were There, Beware”, “The Bad Thing” y “Old Yellow Bricks” son ejemplo de lo recién mencionado, buenas canciones pero que carecen de la epicidad de la primer mitad. Eso sí, esto cambia en la última canción.
“505” es la encargada de cerrar este disco, una obra maestra. La inspiración de este tema viene de la habitación de un hotel en donde la novia de Alex Turner lo esperaba mientras éste estaba en las primeras giras de la banda. La letra habla de los amores a distancia y la dificultad de poder coincidir y el poco tiempo que se pasa con la pareja cuando no pueden verse todo el tiempo. La canción va progresando y pasa de un Turner tranquilo a uno más explosivo cuando todos los instrumentos toman protagonismo. Sin dudas una de las mejores piezas de los de Inglaterra.
Como se mencionó, la primera mitad del disco es mucho más consistente que la segunda, pero aún así, el álbum no desentona, pues está rodeado de himnos y un gran desempeño de todos los integrantes del grupo en sus interpretaciones.
Sin dudas “Favourite Worst Nightmare” ha envejecido muy bien, pues canciones de este LP son piezas vitales en los shows de Arctic Monkeys. Ésta obra se posiciona como uno de los mejores trabajos del cuarteto inglés junto con su disco debut y su tercer álbum.