El tándem conformado por Tyler Joseph y Josh Dun desplegó un impresionante primer show en solitario en nuestro país ante más de veinte mil personas que, desde temprano, aguardaban en el recinto ubicado en el sector de La Florida.

A eso de las 21:15, Twenty One Pilots, uno de los nombres más grandes del rock alternativo contemporáneo y de la música popular en general, salió finalmente al escenario del Estadio Bicentenario de La Florida para poner fin a dos años de espera desde su última visita, pero, sobre todo, para dar por primera vez un concierto en solitario para su inmensa y fiel fanaticada.

Overcompensate”, de su último disco Clancy, que le da nombre a esta gira, desató la euforia de las más de veinte mil personas que se apostaron en el recinto de calle Enrique Olivares, y que continuaron disfrutando con “Holding on to You”, el primer single con el que la banda se dio a conocer allá por 2012.

Vignette” fue otra de las canciones de su más reciente trabajo que sonaron y deleitaron a una impresionada y, a la vez, impresionante concurrencia la noche de este domingo.

Tras “Car Radio”, el ukelele en manos de Tyler Joseph tomó protagonismo en “The Judge”, que destacó por la proyección de clips de vídeo grabados en la antesala del concierto, que mostraban a fans llegando al estadio y dedicando palabras de agradecimiento y amor hacia el dúo estadounidense.

Y si de amor se trata, a continuación vinieron dos canciones que, en su génesis, tienen inspiración en (y van dedicadas a) Jenna Joseph, la esposa del líder de Twenty One Pilots: “The Craving” y “Tear in my Heart”.

Fotos: Andie Borie

Dentro del final del primer segmento del show, que constó de doce canciones, sonaron hitazos como “Shy Away” y “Heathens”, con el cantante y multiinstrumentista Tyler Joseph alentando a la audiencia a repetir la frase “Watch it!” como introducción. Completó el tramo final de esta etapa inicial una dupleta de canciones extraídas de su último trabajo: “Next Semester” y “Routines in the Night”. Tras la primera, el vocalista corrió por distintos puntos de la cancha, incluso ingresando a una de las casetas de baños químicos, lo que desató tanto el asombro como las risas del público. No sería el único momento en que el dúo se desplazó por la cancha del estadio; algunas malas lenguas podrían decir que ambos corrieron más que los delanteros del equipo de fútbol que hace de local en dicho recinto.

Un interludio más íntimo tuvo lugar -tras una docena de emocionantes canciones- en lo que se denominó B-stage, un escenario montado en el centro de la cancha. Allí, Joseph se sentó al piano e interpretó, en primer lugar, un medley compuesto por “Addict With a Pen”, “Migraine” y “Fall Away”, y, posteriormente, “Mulberry Street”, acompañado de un despliegue de luces de celulares provenientes de los diferentes puntos del estadio. A cada sector, el vocalista les asignó diferentes frases que debían corear por turno hasta formar la frase: “Mulberry Street, so good to see you!”.

La fiesta continuó con “Navigating”, otra de Clancy, el disco cuyo nombre proviene de un personaje recurrente en la narrativa del dúo, especialmente en los álbumes Trench (2018) -donde aparece por primera vez- y luego en Scaled and Icy (2021). Es una figura simbólica que representa a una persona que se enfrenta a la lucha interna y los desafíos emocionales, algo que se conecta con los temas de ansiedad, depresión y superación que la banda aborda en su música. Muestra de esto último y de la fuerte conexión con su público es, por ejemplo, la canción “Guns for Hands”, cuya composición provino luego de un encuentro postshow entre el dúo y fanáticos que expresaron vivencias por las que estaban atravesando, muchas de las cuales tenían que ver con el suicidio. Transformar estas ideas negativas y orientarlas hacia otro lado fue la motivación que tuvo Joseph a la hora de componer esta canción, que fue coreada a voz en cuello por la devota concurrencia.

Y si de fanáticos se trata, un lugar especial tendrá entre ellos Martín, el pequeño que tuvo la dicha de tomar el micrófono y cantar junto a sus músicos favoritos el coro final del hit Ride”. Un emotivo momento dentro del show y, sin dudas, para el muchacho, que atesorará ese instante durante toda su vida.

Lo de anoche fue una impoluta demostración de variados estilos musicales: rock alternativo, hip hop, reggae, pop y mezclas de todos los anteriores en una sola jornada. Si alguien solo leyera esta oración, pensaría que estamos hablando de un festival con diferentes bandas, pero fue solo un par de músicos: Tyler Joseph, quien se encargó de la guitarra, bajo, piano, teclado y ukelele, y Josh Dun, baterista y percusionista que -en un momento- vistió una polera que decía “Santiago”, presentaron, además de grandes piezas del cancionero popular de los últimos diez años, un espectáculo completo con pirotecnia, juegos de luces, confeti y pantallas, pero, por sobre todo, una conexión con su público que no se había visto en mucho tiempo. “So good to see you,” fue la frase, que, seguro, habrán dicho tanto ellos como su fanaticada.

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